A pocos días de San
Valentín, que mejor que recordar una de las historias de amor más
conocidas, Romeo y Julieta de William Shakespeare, la cual
transcurre en Verona, Italia.
Cada
14 de febrero la ciudad de Verona se convierte
en la ciudad más visitada de Italia, donde los enamorados pueden dejan notas
declarando su amor eterno pegada al muro donde vivieron, amaron y
murieron Romeo y Julieta, los adolescentes
que se convirtieron en el símbolo del amor imposible por causa de las rencillas
familiares de la nobleza, porque sus pocos días de amor transcurrieron entre
las riñas de los Capuletos y Montescos,
La casa de Julieta,
sin duda es la mayor atracción turística de la ciudad, una reconstrucción
idéntica de una vivienda de ladrillo conservada como en la época en la que
Shakespeare creó a los personajes y que inmortalizó con su tragedia.
La
casona muestra un fascinante atrio, una puerta medieval y un balcón frío y
apático, elementos que constituyen el escenario perfecto para evocar la
mundialmente conocida historia de amor.
Lo
primero que sorprende al entrar a la casa de Julieta son los muros totalmente
cubiertos de mensajes de amor escritas por los turistas y visitantes que vienen a
Verona desde todas partes del mundo, en todos los idiomas imaginables, mensajes
con sus nombres en un corazón, cartas donde se juran amor eterno, la esperanza
de conocer al verdadero amor, o simplemente desamor, buscando consuelo en el amor trágico de Romeo y Julieta.
En
el patio miles de candados sellados por las parejas, con sus iniciales o
nombres, ya que dice la tradición que si cierran este candado y pierden la llave, no hay
manera de separar ese amor.
También
se encuentra una estatua de bronce que la recuerda, que
está situada en el atrio, la
leyenda dice que si tocas el seno de la estatua de Julieta, regresarás a Verona
o encontrarás el verdadero amor.
Cientos de cartas llegan diariamente a la casa de Julieta, donde sus “secretarias”
responden ofreciendo un consejo o apoyo a quienes lo piden con mucha esperanza
Es poco probable que Romeo y Julieta existieran, pero siempre será la
historia de amor más grande jamás contada.
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