Cuando pensamos en el estilo
gótico, pronto recordamos del movimiento cultural y artístico que
marcó el Renacimiento de la Edad Media en el siglo XII.
Ese fue un estilo que dejó
fuertes impresiones en la arquitectura religiosa, con sus catedrales
monumentales y también en la moda.
En el principio, el gótico se
refería al opuesto de la perfección, al oscuro y negativo, teniendo
como color básico el negro. Hasta que algunos siglos más tarde su
filosofía y estética es redescubierta, y por fin su originalidad es
aceptada y admirada durante el Romanticismo.
El gótico en la moda está
asociada al estilo Dark, propio de los años 80, que tiene que ver
con la rebeldía y libertad de expresión de esa época, viniendo
justo después del movimiento punk.
Este estilo se caracteriza por una visual más agresiva y cargada; ropas negras, algo de rojo y
morado; símbolos como cruces, pinchos y calaveras hechos de metales;
maquillajes con mucha sombra y delineador y peinados alternativos y
desordenados, que junto a su filosofía musical y literaria llenan
de glamour la decadencia.
Y es así, que la melancolía y
la dramaticidad gótica vuelven a las pasarelas del siglo XX, pero
ahora con mucha elegancia y femineidad.
Ahora las ropas y accesorios de
estilo gótico vienen adaptados a la mujer moderna, distanciándose
del estereotipo depresivo de antes, transformando esa
tendencia "pesada" en piezas chics y delicadas.
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